Coberturas

Kusturica en Salta: My Name Is Rock And Roll

Emir Kusturica y la The No Smoking Orchestra pasó por el NOA en un show que revolucionó el orden de un Teatro Provincial que, por primera vez, se dejó llevar por la taquicardia balcánica.

Fotos de Gastón Iñiguez

Finalmente se dio. Los salteños jugamos de locales en un show que quedará en la historia para los amantes del estilo bautizado Unza Unza. Lo que alguna vez fue un show lejano, en la gran Capital Federal- conquistando el Luna Park por primera vez a comienzos del 2005- ayer se hizo realidad en el Teatro Provincial tras un ida-vuelta de la producción que incluyó dos cambios de fecha –iba a ser en Noviembre y, posteriormente, el 7 de Diciembre- y un cambio importante de lugar: el Delmi quedó demasiado grande y allí se fue la esperanza de disfrutar un show de Kusturica como la ley manda: de pie, saltando, bailando, transpirando y cantando sin el intermediario de una butaca y/o guardia fija. Igualmente, la problemática de los cambios no terminó de manchar lo que estuvo anunciado como “la primera vez en Salta” de los serbios. Porque peor es nada y frente a todo mal pronóstico en términos de recaudación, la producción decidió seguir al frente con un show que finalmente se dio. Y cómo.

La banda arribó a Salta unas seis horas antes del comienzo del show, bajo una leve llovizna. En un fugaz paso por el hotel, la The No Smoking Orchestra (TNSO) –integrada por Zoran Molosevic (acordeón, voz), Dejan Sparavalo (violín, voz), Zoran “The Guru” Marjanovic (batería), Neza Petrovic (saxo), Goran Popovic (bajo), Strahinja Banovic (trompeta), Nikola Kitanovic (teclados) e Ivan Maksimovic (guitarra)- aprovechó para dispersarse en el lobby: algunos prendieron cigarrillos, otros se refugiaron en un tibio sorbo de café y un par decidieron chequear mails y responder mensajes desde sus celulares. Emir, sentado en un sillón blanco, contempló la escena sin conversar con nadie, parecía cansado. En un primer acercamiento de Rock Salta, preguntó cuántos habitantes tiene Salta y cuántas personas entran en el teatro. Cuando la combi llegó, se despidió de sus compañeros subiéndose al ascensor que lo llevaría a su habitación. El ritual es siempre el mismo: es el último que llega a la prueba de sonido. En el camino al teatro –un breve viaje de unas siete cuadras por pleno centro salteño- los músicos siguieron dispersos y conversaron sobre el viaje del que acababan de bajarse. Ivan, el guitarrista, miró la lluvia por la ventanilla del vehículo y esbozó una leve preocupación por la condición climática al momento de iniciar el show. La prueba de sonido fue extensa. Zoran “The Guru” fue el que más tiempo probó el sonido de la batería, tom por tom. Luego se le sumó Ivan junto a Neza, Zoran, Strahinja y Goran, saxofonista, acordeonista, trompetista y bajista respectivamente. Los últimos en probar fueron Dejan y el tecladista Nikola. Como si se tratase de una zapada, cada músico fue acoplándose a la prueba ejecutando fragmentos de canciones del repertorio habitual. Dos horas más tarde, con la banda casi completa tocando “Pitbull Terrier”, Emir llegó y se sentó en el centro de la platea para escuchar cómo sus músicos estaban sonando. Y sin interrumpir la ejecución, se paró y subió al escenario a terminar la interpretación del tema. La prueba había finalizado.

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Dejan y Emir, los referentes de la taquicardia balcánica

Ya sin el tradicional comienzo con el Nacional Soviético sonando de fondo- en esta gira dejaron de usarlo-, la banda entera fue apareciendo frente al público que se había reunido en la platea central del Provincial. Sin decir nada, comenzaron con “Jaguar”, un instrumental a modo precalentamiento en vivo y en directo. El hielo en el espectador permaneció intacto hasta el final del tema, cuando Emir saludó al teatro y ordenó que los que estén lejos o en las plateas de arriba bajen a ocupar las butacas que enfrentan al escenario. Y así llegó “Tarantella”, el primer estreno de la noche, un tema que pertenece a la banda sonora de On The Milky Road (2016), la última película de Kusturica. La reacción no tardó en llegar y en segundos todos los presentes abandonaron las butacas para bailar y saltar; algo que se repitió durante todo el show. El guiño hacia los fanáticos del mítico show en el Luna del 2005 llegó con la seguidilla “Ja Volim Te Jos”/“Meine Stadt”. “¿Saben hablar inglés?” preguntó Kusturica para dar instrucciones de cómo la gente debía responder frente a la pregunta “do you agree?” con un fuerte “¡Fuck you MTV!”, el tema homónimo que habla sobre el monstro disfrazado de cadena internacional de videos de música. Aquí hicieron la primer invitación a un grupo de mujeres a subirse al escenario para compartir coreografía con Dejan, en el medio del tema. Emir les pidió que se queden porque llegaba el turno de “Evergreen”, la danza gitana por excelencia que se escucha al final del documental Maradona By Kusturica, mostrando al Diego bailando junto a la banda. Después de “Pitbull Terrier” –con una gran interpretación vocal de Zoran- y “Vila Marica”- una danza instrumental guiada por Nikola desde el sintetizador- llegó un magistral solo de saxo con Neza sólo frente al público. Los aplausos llegaron mientras Emir e Ivan iniciaban la intro de “Shine On You Crazy Diamond”- de Pink Floyd– fundiéndola con “Del Dija”, otro tema bien arriba.

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Dejan cantando «Cerveza» la primer canción en español de la banda

Lo que siguió después fue el estreno de dos temas: “Cerveza” y “Tito Puente”. El primero es la primera de dos canciones en español que Emir y la TNSO prepararon para el próximo disco, aún sin fecha estimada de edición: en palabras de Dejan a Rock Salta, “un auténtico himno a algo que por lo menos a mí me gusta mucho. La cerveza”. El segundo es un instrumental compuesto por Stribor Kusturica, hijo mayor de Emir y ausente en la banda en los últimos años, que homenajea al histórico percusionista. El tramo final del show fue el guiño definitivo hacia los fanáticos vieja escuela: la seguidilla de “Drang Nach Osten”/“Boccherini Minuet”, “Was Romeo Really a Jerk?”, “Wanted Man” y “Djinji Dinji Bubamara” transportaron al público a aquél Luna Park del 2005 con aún la presencia del entrañable Dr. Nele.

“¿Saben mi nombre?”. La pregunta la hizo Emir tras haber presentado uno por uno a la TNSO. Sólo quedaba presentarse a sí mismo. Todos en el teatro gritaron que sí, sabían su nombre y Kusturica empezó un solo de guitarra que luego, ya con todos sus músicos acompañándolo, se terminó transformando en una adaptación de «Rock And Roll», el clásico de Led Zeppelin. Fue el primer show que brindaron en el norte argentino –y el último de la gira 2016 que comenzó en febrero en República Checa, llevándolos por Francia, España, México, y, entre otros, Rusia- y el último del tramo que armaron por Argentina, pasando por Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires; donde conquistaron un nuevo Luna. La satisfacción fue grande: estuvieron los temas inéditos, los ya conocidos por todos y hasta hubo bis con la repetición de “Cerveza”. Kusturica lo hizo de nuevo: cuando regrese al país, tendrá que volver a revolucionarnos. Porque así es el rock and roll.

Galería de Gastón Iñiguez: