Entrevistas

La Vida Bohème contraataca

Dibujando nuevos horizones, La Vida Bohème se prepara para lo mejor. Cómo cuatro adolescentes venezolanos maduraron el concepto de música latina interviniendo campos sonoros captados desde una grabadora de viaje. Y Rock Salta estuvo en su sala de ensayos registrando el momento (*)

Foto de Sergio Villaroel Pichelbauer

“No sé si sea magia lo que ocurre. Pero tenemos una capacidad de ser magos, eso sí. Vamos a sorprenderlos con lo que estamos haciendo aquí”, dice Henry D´Arthenay, cantante y guitarrista de La Vida Bohème, encerrado junto a sus compañeros en El Submarino -el búnker que el grupo montó en el Distrito Federal de México-. Sentados frente a una laptop, la banda hace un tour por la sala de ensayo/estudio de grabación a través de la pantalla de Skype. El grupo oriundo de Venezuela (que se completa por el guitarrista Daniel De Sousa, el baterista Sebastián Ayala y el bajista Rafael Pérez) aterrizó en tierras aztecas por primera vez a principios del 2012 para jugar en primera: abrieron el concierto que Arctic Monkeys ofreció en el Palacio De Los Deportes en la gira presentación de Suck It And See (2011) y tocaron en el último día del Vive Latino compartiendo grilla junto a Gogol Bordello, Illya Kuryaki and the Valderramas y Molotov: allí se produjo el romance casi inmediato.

Para Henry, la mudanza implicó una descentralización que les permitió visitar otros lugares, una limitación que vieron asomarse quedándose en Venezuela: “A pesar de que estamos viviendo en un mundo globalizado, empezamos a darnos cuenta de que lo que hacíamos no estaba llegando al resto del mundo. México se ha convertido en el Nueva York de América Latina. Es impresionante ver cómo toda la cultura de este hermoso continente se conglomera en el Distrito Federal en particular y se esparce como un virus hasta la Patagonia”. En el 2010 la banda editó Nuestra, su primer CD que, como una auténtica llave maestra, les abrió puertas en lugares que nunca se habían imaginado: las reconocidas compañías internacionales de videojuegos EA Sports (saga FIFA) y Rockstar Games (saga Grand Theft Auto) los eligieron para formar parte de sus respectivas bandas sonoras. En iTunes fueron elegidos como “Banda Revelación de 2011” y en la MTV Iggy fueron nominados por votación popular para la clasificación de mejor artista del mundo. Con el lanzamiento en el 2013 de Será, el segundo disco, ganaron su primer Latin Grammy por la categoría “Mejor álbum rock”. “Que te reconozcan dentro del mainstream con un disco que claramente no es mainstream (ninguna canción dura menos de cuatro minutos) para nosotros significa una victoria. Como que hay otra opción en el menú: es bonito que la balanza esté así de equilibrada”, reconoce D´Arthenay. “Había una necesidad juvenil de decir algo en un ambiente donde no se estaban diciendo muchas cosas. O se decían pero sin significado para nosotros, los jóvenes. En Venezuela había muy pocas bandas, era un terreno bastante complicado desde que tengo memoria. No pensábamos que estábamos formando una banda, nuestras cabezas no pensaban que estábamos creando algo distinto. Es un proyecto independiente alternativo que no busca llenar estadios. La libertad cuesta pero la libertad vale la pena”, agrega.

D'Arthenay en el último show de LVB en Argentina. Niceto Club (28/06/2015)
D’Arthenay en el último show de LVB en Argentina. Niceto Club (28/06/2015). Foto de Sergio Villaroel Pichelbauer

A fines de junio estuvieron por primera vez compartiendo escenario en el Luna Park junto a Los Auténticos Decadentes, en lo que fue la primera gira por el cono sur del continente Americano. Luego llegará el tiempo de regresar al estudio, donde la magia terminará de suceder con el lanzamiento del tercer disco. “La palabra magia es muy bonita porque estamos jugando a querer sorprenderlos de nuevo. Venimos trabajando en este disco probablemente desde hace casi tres años, al mismo tiempo que terminamos Será. El disco es producto de grabaciones que surgieron en base a muchos registros que hicimos en distintas partes, tanto en Caracas como aquí en el DF, lugares donde hemos estado en estos últimos dos o tres años”, asegura el cantante.

El proceso de creación que los autoexilió está por llegar a su último destino: hablan de encontrar el sonido en el ambiente, en lo que los rodea cotidianamente. “Empezamos a viajar -dice Rafael mirando fijamente a la pantalla-. Pasaron un poco de cosas alrededor de Será y todo está plasmado en estas grabaciones que empezamos a recuperar y un poco reinterpretar durante ya seis semanas. Sonidos de pájaros en Caracas, en el DF, costas e incluso como anomalías acústicas que encontramos en las grabaciones desde donde sea que estuviéramos. Y como la grabación no es perfecta fue como tener los oídos como un micrófono ambiente”. Henry asiente con la cabeza y muestra un grabador de ambientes digital con el que captan miles de sonidos a la redonda: “Muchísimas de esas cosas estamos dejando que se cuelen. El nuevo disco tiene mucho de eso, de mágico y misterioso en ese sentido. O por lo menos para nosotros queremos que sea divertido de nuevo”.

¿Podríamos afirmar que están frente al sonido buscado y deseado para el disco que está por salir?
– Henry: Será estaba diseñado para eso, acerca de las texturas. Para nosotros Nuestra naturalmente era algo corroído y Será fue acerca de blancos y negros; llámese contraste. Y ahorita para nosotros se trata de luz. De luz y movimiento. Estamos jugando al aire. Por fin queremos sentir el aire entre las cosas.
– Daniel: Para nosotros era como ver a través de nuestros ojos lo que estábamos viviendo allá en Venezuela y lo que vivimos durante todos estos años. Y obviamente en Será quisimos meterle mucho de lo que no conocíamos tanto de la música venezolana; los ritmos y todo eso. Integramos muchas cosas nuevas para nosotros que siempre han estado en nuestra cultura: para la costa venezolana, por ejemplo, los tambores se han mantenido a lo largo de todos los años independientemente de crisis o lo que sea, eso siempre estará ahí. Eso nunca muere. Y eso era parte de lo que queríamos incluir en el sentimiento del disco. Queríamos agregar parte del sentimiento venezolano a lo que eran las canciones y obviamente pasó a ser algo latinoamericano porque estamos formando parte de un mismo continente y lo que pasa en Venezuela debe pasar allá.
– Henry: Y venimos de lo mismo: somos africanos, europeos, prehispánicos, caribeños, indígenas. Para nosotros Será fue un contexto, como dice Dani. A nosotros nos parecía, muy humildemente, como jóvenes que nos gustaba el rock y distintos géneros, que faltaba un contexto importante. No sentíamos que podíamos seguir haciendo rock sin de alguna manera entender que nuestros ritmos son distintos porque venimos de otra cultura, de otra historia.

¿Un sonido que los identifique más con su propio relato, su propia historia o cultura, entonces?
– Henry: Siento que hay una química que obviamente está desde hace mucho, mucho tiempo. Algunas ideas que nos unieron en la juventud y ahorita siendo unos jóvenes adultos seguimos buscando. Es como si estuvieran varios autores buscando un concepto, ¿sabes?. Cuando estamos grabando siento que muchas veces es acerca de lo que fluye y luego escucharlo y darle forma. Permitir que la canción se revele y al mismo tiempo entender lo que pasó y poder realizarlo. Con Será ha pasado mucho que había un montón de ideas o cosas muy, muy sueltas, que yo tenía y las pusimos en “modo banda” y se transformaron en algo. Y una vez en el estudio ya sabíamos qué papel jugaban en el disco completo. Nosotros somos músicos que perseguimos una misma idea.
– Rafael: La música es el medio de expresión pero realmente lo que nosotros estamos persiguiendo son ideas que al final pueden caer en distintas categorías. Pueden ser musicales o no musicales: “robamos” ideas de todos lados porque nos gustan muchísimas cosas (risas).
– Henry: Es como hacer una película, sabes. Por ejemplo, estábamos viendo Barry Lyndon, un documental de Stanley Kubrick que muestra que para crear ciertos ambientes cada uno tiene que perseguir una cosa. Es un trabajo colectivo. O sea, Sebastián con la batería a veces tiene que renunciar a ciertas cosas en pro de que hay ciertas cosas que le tocan al bajo o a la guitarra. Lo importante es poder transmitir una canción, una melodía, una historia, un ámbito que en la cabeza de alguien se arme una película que te hechice, que no pienses que estás escuchando a un grupo de personas sino que estás entrando a una especie de realidad.
– Rafael: Ahorita a nivel técnico nosotros estamos entendiendo cómo entendernos como un ensamble. Y a nivel artístico estamos persiguiendo ideas que te meten en un solo mundo.
– Henry: Es no componer en base al actor sino en base a la obra.
– Rafael: Exacto. Y la obra es lo más importante al final. La canción es lo importante al final. Los cuatro tenemos que estar tranquilos con ello, sea lo que sea, porque también hay espacios donde uno no entiende lo que va a pasar.

Para los músicos, vivir en México también significó readaptarse a una nueva forma de vida. Desde los orígenes, a principios del 2006, la banda se mantiene casi intacta, excepto por la partida de Moisés Enghelberg, el baterista fundador, o para D´Arthenay, “el profeta” que los unió: “La razón por la cual nosotros nos conocimos y empezamos a tocar música”. Hoy, a casi diez años de aquellos días, la esencia es la misma. Activos en el uso de las nuevas tecnologías en pleno universo abierto gracias a Internet, permanecen presentes con sus allegados mediante redes sociales en un momento donde la privacidad y el hermetismo son elementos casi absolutos: “Este fin de semana terminamos la maqueta del tercer disco”, postea desde su celular Daniel en el Twitter de la banda y en la foto se los ve a los cuatro sentados nuevamente frente a la laptop en pleno proceso de trabajo. La música pasó a ser la protagonista de sus vidas y sólo se abocan a ello. “Todos tienen en claro que la relación con la música va mucho más allá. Los veo y los he visto durante diez años e interactúo con ellos”, comenta Rafael cuando la pregunta indaga sobre la relación que los encuentra unidos desde hace muchos años.

¿Están los que tienen que estar?
– Rafael: Al principio lo tomamos como que realmente habíamos conseguido a la gente con la que queremos perseguir ideas y es distinto porque lo conseguimos muy jóvenes. Y para nosotros esto es un trabajo. Cuando estábamos en último año del liceo, ingresando a “la vida adulta”, nos pasábamos todo el fin de semana encerrados ensayando y tocando.
– Henry: Nunca lo hicimos pensando en una profesión. Cualquier lugar que nos prestaba un enchufe, íbamos y tocábamos. Para nosotros era mágico: la gente hacía arte y listo. Eso nos ha enseñado muchísimo. No nos hemos engañado: uno puede ser autosustentable donde puedas seguir siendo creativo. Todo el mundo es músico: hablamos en música, nuestras sílabas son ritmos, nuestros lenguajes son eso. Lo que nosotros hacemos es reordenar algo que físicamente ya está. La autoría es algo extraño acerca de frecuencias que por equis razón forman una armonía. Por eso siento que no sea algo que hayamos buscado sino que todos tenemos y por alguna razón nosotros pudimos despertar de temprano porque el mundo nos puso en la situación en la cual pudimos escoger: y no mucha gente puede hacerlo.
– Daniel: Amamos hacer la música, tocarla y escucharla, así que siempre vamos a ser parte de la música de alguna u otra forma.

¿Cómo procesan los temas de los discos al momento de tocarlos en vivo? En Será, por ejemplo, usaron muchos instrumentos y sintetizadores que en vivo serían imprescindibles.
– Henry: Nos ha costado muchísimo. Desde el comienzo creo que en lo que más hemos crecido como músicos e intérpretes ha sido en ese aspecto, porque hemos aprendido. Aunque en realidad uno nunca termina de aprender que estamos en la capacidad de interpretar bien las obras en vivo para un público. Es como la diferencia que hay entre un teatro y el cine: en el teatro todas las cosas tienen que estar realzadas porque tienen que verlas tanto las personas que están en las filas de atrás como en las de adelante. En el cine puedes hacer un plano cercano y se soluciona. Nuestra fue mucho más fácil de aprender a tocar en vivo que Será porque, como dices, Será tiene más instrumentos y eso implica más gente en tarima, en el escenario y eso se traduce en más preocupaciones.
– Daniel: Más ensayos y con más gente. La formación ha cambiado. En Nuestra éramos cuatro siempre en todos los shows, y cuando salió Será podríamos haber seguido haciendo shows de a cuatro personas (que de hecho lo hicimos en algunas ciudades que se nos complicó viajar con todos). Pero lo que queríamos hacer era replicar exactamente lo que se grabó en el disco, y en los shows que hicimos en Venezuela éramos como once personas en tarima. Todos los elementos del disco estaban: desde las bandolinas, que salían nada más en dos canciones, hasta todas las percusiones de todas las canciones. Todo estuvo en su lugar.

2017-03-03 VB 02
Rafael, Henry, Sebastián y Daniel posando con el Grammy (2013). Foto de Getty Images.

¿Qué implicó para ustedes ser ganadores de un premio Grammy, aparecer en videojuegos populares como el FIFA o GTA y aumentar, definitivamente, la exposición que nunca antes tuvieron?
– Daniel: Lo de los videojuegos es un súper honor para nosotros: somos gamers y tener dos canciones en dos juegos, que aparte jugamos bastante, fue increíble. FIFA tiene soundtracks que siempre te quedan grabados en la mente. Por ejemplo, yo juego desde la edición 98 y me acuerdo de todo. En FIFA 12, para nosotros es un súper honor estar al lado de The Strokes, Kasabian o The Hives. Y en Grand Theft Auto pasó exactamente lo mismo. El ejemplo perfecto es ese. Mucha gente nos ha logrado conocer gracias a eso.
– Henry: Hay un chico de Indonesia que por FIFA nos conoció y nos escribió por Twitter. La banda sonora de los videojuegos es culturalmente distinto de cómo lo verían, por ejemplo, personas mayores. Nosotros sí crecimos con videojuegos y para nosotros tiene mucha importancia. Y no solamente escucharlo, sino jugarlo y que te guste. Es muy divertido. Con los Grammys, y lo digo honestamente, siento que no hemos cambiado mucho. Hemos sido muy afortunados de crecer como hemos querido crecer en un medio por lo que en general todo el mundo está creciendo forzosamente e incluso en contra de sus propios ideales. Nosotros hemos sido muy afortunados de poder tener un lugar en la industria y sin renunciar a lo que nosotros creemos en nuestro arte. Ojo, nos ha costado muchísimo y ha sido un montón de trabajo; y obviamente nuestros números nunca van a ser los números de un acto mucho mayor. Y tampoco es eso lo que queremos: queremos ser felices haciendo lo que hacemos. En cuanto a exposición de Grammy mucha gente de repente sabe quién eres por alguna razón. Al final como no somos Shakira es que tenemos esa libertad de ver los dos mundos. Esa oportunidad de seguir siendo yo, ¿sabes? Sin que eso implique que renuncies a lo que ya eras antes de lo que eso hubiese pasado.
– Rafael: Llegar ahí para nosotros es un gran honor pero no lo confundimos como a un objetivo, por decirlo de alguna manera. O sea, no hicimos los discos o todo lo que hicimos para llegar al Grammy.
– Henry: Si lo tuviéramos en un lugar como si fuera un súper trofeo nos engañaríamos porque ése no es nuestro premio. Nuestro trofeo es seguir siendo amigos después de diez años, habiendo pasando muchísimas pruebas y dificultades. Seguir haciendo música que nos emociona. Es común que personas de nuestra edad se desencanten con lo que hacen porque nuestra realidad está planteada para que abandones tu sueño. Y que nosotros sigamos persiguiendo nuestros sueños a diez años de haberlo pensado es nuestro premio.

D´Arthenay se toma un tiempo, parece recordar viejas épocas. Mira a la pantalla de la laptop, se para y enfoca un equipo de sintetizadores desconectados, se acerca otro ensayo para seguir puliendo detalles: “Honestamente nosotros nunca hemos parado. Desde el 2006 nunca hemos parado. Hay canciones que se han hecho que no van a salir. O capaz que sí pero de otra manera. Hay documentales, filmaciones de giras, de conciertos, fotos personales, artísticas”.

Fueron armando un archivo para todos los gustos, imagino.
– Henry: Quedó muchísimo material afuera. Es eso muy típico de nosotros. Creo que para las obras que quisiéramos hacer de verdad, el presupuesto tendría que ser absurdo. Tener varias canciones permitía que el tracklist fuera una historia en sí misma. Será, por ejemplo, se divide en dos partidas: la ida de Helena y la de Ariadna. De hecho son dos mujeres de la mitología griega. Una creó una guerra cuando se va, la otra es cuando termina en Creta la maldición del Minotauro. Mi computadora tiene todo lo que es el material que incluye Nuestra y Será: demos, grabaciones, instrumentales y solamente la carpeta de Será es la mitad de mi disco duro, imagina.
– Daniel: Tenemos varias cosas guardadas, hechas. Es nuestro haber.
– Henry: Y todo es muy raro porque es como que ahora estamos un poco escupiendo todo esto. Como que el mundo nos puso a hacer la carrera que estamos haciendo porque lo queremos hacer y ya (risas). Incluso a mucho material lo hemos estado viendo y es una oportunidad linda de autorreflexión porque estamos cumpliendo diez años de carrera: vemos todas estas cosas y vemos qué queremos hacer, quiénes somos e incluso de cosas que no hemos notado de nosotros mismos que ahora lo vemos. Especialmente el tema del vivo. Por eso siento que estamos más firmes porque aprendimos a que no necesariamente tengan que haber diez personas en tarima. A veces podemos seguir siendo cuatro y hacer creer que hay diez. La tecnología nos ha puesto todo servido.
– Rafael: Ahorita creo que estamos con la oportunidad de tener un espacio donde también podemos tener el tiempo para experimentar todas las cosas que hemos querido experimentar durante hace un buen rato pero los cuatro juntos. Probamos material nuevo muy crudo, solemos hacer eso.
– Henry: Antes nuestra decisión hubiera sido “tú te encargas de la percusión y yo de la guitarra”, y ahorita es como que hay momentos en los cuales hacemos las dos cosas al mismo tiempo. Estamos jugando en un equipo, sabes. Estamos contentos en el limbo entre el presente y pasado en el que estamos atados.

Mi nombre es La Vida Bohème. Época de Será (2013)
Mi nombre es La Vida Bohème. Época de Será (2013)

(*) Entrevista realizada en Mayo del 2015 para la Revista Rock Salta.