Entrevistas

Gardenia

Gardenia
El basterista de la banda, Natanael Fernandez, adelanta la presentación del grupo en Ututo, habla del nuevo EP y de la constante evolución del quinteto.

El escritor Fabián Casas (autor de ese pequeño y hermoso libro llamado «Los Lemmings») dijo una vez que «es precisamente en los cruces donde está lo más interesante» y «que los caminos de los puristas conducen irremediablemente al fascismo».
Se podría aplicar la segunda parte de esa reflexión a cierto sector de nuestro rock (nacional y provincial). Ese que no evoluciona, que no cambia y que se mantiene en el camino de lo seguro. Pasa lo mismo con una parte del público, que considera que si una banda cambia, o tiene nuevas metas, irremediablemente se convirtió en un grupo de caretas comerciales que merecen la crucifixión.
La primera parte también puede amoldarse al rock. Existen bandas que no se conforman con lo que les da éxito, y deciden ir a más (como dice la canción de Los Abuelos de la Nada, no la gaseosa).
                                         
Una de esas bandas es Gardenia, que está en constante movimiento.
                                    
El pasado Viernes 17 de Agosto, en Ututo Bar, el grupo presentó su tercer EP, «Sidera Visus».
                                
Su baterista, Natanael Fernández (completan el grupo Iván Luis, en guitarra y voz; Rupert Corimayo en guitarra y coros; Sergio Caram en bajo y Facundo Salvatierra en teclados y efectos) considera a la nueva producción como lo mejor que Gardenia hizo hasta ahora:
                                       
«Es mejor por la calidad de los temas, las composiciones, la calidad al tocarlo. Porque vos escuchás el primer EP (publicado en 2006) y hay más de dos pifies. En cambio en este EP se nota que hubo una concentración mayor. Además está bien producido. Los tres temas encierran un todo que nos convence».
                                  
El disco fue producido por el propio grupo, «y hubo varias personas -continúa el batero- que colaboraron aportando ideas, tocando instrumentos y otras cosas«.
                                      
En total fue un poco más de un mes de grabación donde hubo desacuerdos y discusiones: «entramos con los temas vistos, pero cuando estás en el estudio es otra cosa porque te surgen nuevas ideas, se extiende el tiempo. Cosas que pasan siempre. Igual, quedamos todos conformes».
                                  
Comparando la última grabación con las anteriores, Natanael confiesa que «antes no había mucha experiencia y sólo estábamos contentos con el hecho de grabar. Ahora no. Ya sabemos lo que queremos y por eso salió así el EP».

Gardenia
                                           
– ¿Por qué editaron tres EPs en un año y medio? ¿No pueden grabar un disco de 10, 12 canciones?
                                                 
– Sí, la plata que gastamos en este EP tranquilamente podría haber sido para grabar un disco. Pero tendría que haber sido un disco más crudo, sin tanta producción. Además, nunca pensamos en grabar un disco. Para nosotros eso implica tener a alguien que nos avale, que haga que el disco se mueva en varios lugares, para que valga la pena. No se puede hacer un disco sólo por el hecho de hacerlo.
Natanael sabe que es muy difícil mantener a una banda en el ámbito rockero de Salta, y más si la banda no se adecúa a lo que se escucha en las radios o los pubs. De todos modos, no parece importale mucho: «nosotros queremos progresar musicalmente y no vamos a parar para ver que es lo que hay que hacer, o qué línea musical hay que seguir. Tratamos de plasmar lo que nos gusta en el momento, sea lo que sea. No nos cerramos, tenemos la cabeza libre».
                                                                                
¿Pensás que hay en Salta alguna banda que haga algo similar a lo que hacen ustedes?
                                     
– No. Sí hay bandas que fusionan estilos. Pero que se asemejen a lo que hacemos nosotros, no. No hay ninguna que fusione folclore, stoner y progresivo.
                                                                                        
– ¿Debería haber?
                                        
– Sí. Más que nada para que se abra más el ámbito. Para que se expanda y no se cierren en los estilos. Tiene que ser un rock más amplio, más jazzero también. Estaría bueno que existan dos o tres bandas con ese tipo de influencia y que puedan llegar a congeniar y sacar algo más copado.
Otros de los obstáculos que se presentan a la hora de querer mantener a la banda es la falta de tiempo para dedicarle. Los trabajos («que son un embole») cortan mucho la vida de la banda y hasta hace que no puedan tocar, a veces.
«Por eso, la idea es algún día, vivir de la banda. Agarrar las valijas y partir con muchas esperanzas, a Bs. As.»
                                                                                               
– ¿A vivir allá?
                                                       

– Sí. Desde que empezamos queremos eso. En algún momento nos vamos a jugar. Queremos tocar en todos lados. Sonar a nivel nacional.
Mientras tanto, el grupo sigue ensayando y componiendo, esperando alguna oportunidad para jugarse: «después de terminar Sidera… nos estancamos un poco, pero de a poco fuimos saliendo de eso y empezamos a componer. Lo bueno es que el material que está saliendo es totalmente diferente al EP. Esperamos seguir evolucionando».
            
«Sidera Visus» se consigue en Lee Chi, en los conciertos o comunicándose con ellos en
                               
Federico Anzardi, para ROCK SALTA. fede@rock-salta.com.ar