Coberturas

El rock cumple, Pez dignifica

La banda realizó la presentación oficial del disco Pelea al horror. El show en el Teatro Vorterix de Buenos Aires fue una celebración intensa de amor por la música.

Foto: Facebook Pez

Pez presentó formalmente el disco Pelea al horror. Fue el sábado 11 de noviembre en el Teatro Vorterix de la Ciudad de Buenos Aires. La banda realizó un set extenso, de más de dos horas, donde repasó las canciones nuevas, ofreció varios covers del rock argentino más canónico y revisó la mayor parte de su variada discografía.

El show comenzó poco después de las nueve de la noche. La banda, conformada por Ariel Sanzo en guitarra y voz, Fósforo García en bajo y coros, Franco Salvador en batería y coros y Juan Ravioli en teclados, guitarra y coros, arrancó con la seguidilla que se escucha en el inicio del disco nuevo: la instrumental “Intro horrible” seguida de “Carne roja” y la excelente “Los días poderosos”. Luego, los temas de Pelea al horror se intercalaron con los de los álbumes anteriores. Así pasaron clásicos como “Los orfebres”, “Phantom power”, “Todo lo que ya fue”, “Por siempre”, “Bandera negra”, “El aprendiz”, “Más música”, “Lo que se ve no es lo real”, mezclados con la preciosa “1986”, “Maestro linya” y “La balada del niño mudo, el perro blanco y la señorita Betti”. Todo comprimido en una primera hora intensa.

La banda respetó el formato que había ofrecido en agosto en Niceto, también en Buenos Aires. En aquella oportunidad, muy celebrada por los músicos y los fans, el grupo dividió el set en dos partes de una hora separadas por una grabación instrumental de Ravioli.

La segunda parte comenzó, igual que en Niceto, con el cover de “Seminare”, la canción que Charly García escribió para el debut de Seru Giran, hace 39 años. Siguieron “Ando rodando”, hit del primer disco solista de Gustavo Santaolalla, “Atado a un sentimiento”, de Miguel Mateos, y el “Blues de Cris”, de Pescado Rabioso, la canción que Luis Alberto Spinetta usó como canalizador de angustias tras la ruptura con la muchacha ojos de papel.

“Pelea al horror”, inevitable radiografía de época, encendió al público, que después completó la canción, de alguna manera, cantando por Santiago Maldonado. Siguieron “La voluntad”, “Espíritu inquieto” (de Fragilinvencible, un disco que merece edición en vinilo) y un mini segmento folclórico/folk en el que Ariel se pasó a la acústica, Franco al bombo legüero y apareció Martín Del Zotto (baterista de Santa Pendencia banda neuquino/salteña que estuvo afincada en Salta hasta hace un tiempo) de invitado en vientos. El músico había grabado una versión de “El viaje” que a la banda le gustó lo suficiente como para invitarlo a participar. “Y le dijimos no vas a venir para tocar una sola, tocá más”, contó Sanzo, antes de seguir con “Caminar” y “La sin nombre”.

Luego siguieron “Parte de la solución”, otra canción del nuevo disco (una oda al autocultivo, qué orgulloso debe estar Pipo Lernoud) y “La paciencia de la piedra”, que cierra Pelea al horror y fue grabada en 2014, algo que se nota claramente en su sonido, que remite al cuelgue de El manto eléctrico, el disco que la banda había editado ese año.

“Último acto”, “Introducción, declaración, adivinanza” y “Fuerza” cerraron un concierto que pide ser disco en vivo o, al menos, pirata oficial y que creció en intensidad a medida que las canciones avanzaron. Mostró a una banda comprometida con su música y con la música en general. Es imposible no pensar en el disfrute de los cuatro integrantes cada vez que suben a un escenario o cuando se los ve en transmisiones de ensayo por Facebook. Se podría parafrasear el cartel peronista que Fósforo tenía cerca el sábado y decir que el rock cumple y Pez dignifica.